miércoles, octubre 11, 2006

El dolor de la ingenuidad


La ingenuidad duele, lo digo a "boca-jarro", duele con un dolor injusto.

¿Cómo es posible que alguien pueda hacer tanto daño a sabiendas? ¿Cómo se puede estar perseguido por un loco? ¿Cómo defenderse de un loco sin hacerle más daño del que ya sufre?

No me quiero rendir, ni quiero que se rindan los que siempre han sido justos; pero no quiero ni pensar que tengamos que volver a empezar, y todo ¿por qué?, porque un loco ha convertido su fracaso en una cruzada personal contra alguien... alguien... que lo que ha hecho es ayudar al prójimo, ser un idealista y defender la justicia.

Lamento ser una ingenua y pensar que tanta trama es imposible que sea cierta, prefiero seguir siendo de otro planeta, del planeta en el que a las grandes obras realizadas se premian con otras mayores. Del planeta donde el egoismo no existe, donde todos se alegran de los triunfos de los demás, donde no hay envidias ni malos rollos. Del planeta inexistente, porque no existe y es una lástima...
Lamento seguir pensando que al final, en el interior de cada uno, siempre existe una bella persona.

2 comentarios:

Ladusvala dijo...

Yo no lamento pensarlo. Es más, creo firmemente que todo el mundo es por lo menos un poco, una bella persona. Por lo menos con alguien en el mundo, quizá sólo consigo mismo -aunque eso sea el más absoluto egoísmo-. Sólo creo que hay que tener presente que pueden decidir no ser bellas personas con nosotros, y no ofuscarse.

Quizá también sea una ingenua...

Mary dijo...

Gusto verte de nuevo por aquí.
Si te soy sincera, yo tampoco lo lamento y si me apuras un poco... te diría que casi que me siento orgullosa de seguir siendo una ingénua.
Ese día me superaba la realidad y en la última frase del texto, pretendía que se entendiera que seguía pensando que siempre existen las buenas personas, aunque a veces haya que profundizar mucho para encontrarlas.
Por cierto tienes un blog precioso, me tomé la confianza de echarle un vistazo, espero que no te moleste.
Gracias por volver.