¿Truco o trato?

Menudo susto me he llevado al abrir la puerta, me he topado de bruces con un grupo de niños horriblemente vestidos y gritando al unísono: "¿TRUCO O TRATO?"
Por un momento he pensado que había pasado a otra dimensión al abrir la puerta de casa, o que mi casa entera se había trasladado al norte de Europa o a los EEUU.

¡Nos invaden!, ¡nos están invadiendo!
Primero fue ese señor regordete con barba y vestido de rojo, que empezó a traer regalos a los niños españoles, en una noche en la que todos cantábamos villancicos y pedíamos aguinaldos. Se trataba de una noche mágica, en la que se recordaban anécdotas compartidas por todos, una noche en la que se intentaban olvidar rencillas y añorar con mucho cariño a los que no podían estar presentes.
Y ahora, se ha convertido en una competencia de regalos, a ver cual es más impresionante, en una noche en la que se supone que los regalos están dirigidos a los niños, porque si no, no tienen tiempo para jugar...
Menos mal que yo..... sigo creyendo en los Reyes Magos...

Y ahora, aparece el terrorífico Halloween, y tenéis que verme a mí... vistiendo a mi hija de 8 años de bruja, (una bruja encantadora, dicho sea de paso) que se irá a gritar, con todos sus amigos, por las casas de la urbanización, el famoso grito de guerra: ¿TRUCO O TRATO? .
Y tendrá que explicarles a las madres ignorantes como yo, cuando le pregunten qué es lo que hay que contestar... respondiéndoles "chuches o lo que sea..."
¿Lo que sea? ya empezamos a desvirtuar....
Y como no tengo chuches, les meto en la bolsa un paquete de magdalenas, que ya llegará diciendo aquello de "ay mamá, como me duele la tripa".

En definitiva, que nos invaden, aunque en cierto modo, me divierte esa manera que tenemos aquí de darle a todo un aspecto más nuestro.
Y por ese motivo, quizás sería mejor gritar ¿CHUCHES O LO QUE SEA? ¿no?...

¿Por qué no les hablamos de protección?

Pero, ¿ en qué país vivimos?
Es espeluznante leer en el periódico, que tres de cada diez jóvenes no utiliza ningún anticonceptivo en su primer coito. Y que diez de cada cien jóvenes tienen su primera relación sexual entre los 11 y los 15 años. Afortunadamente, la gran mayoría (76%) comienza entre los 16 y los 20 años. Pero casi ninguno de ellos utiliza protección alguna.

¿Donde está nuestra mentalidad abierta? Si hablamos de lo bueno que es practicar sexo, ¿por qué no preparamos a nuestros hijos con una educación sexual adecuada?
Hemos pasado de lo prohibido y pecaminoso, a casi decir, que ahora lo pecaminoso es no practicarlo, ¿por qué no hablamos abiertamente de como evitar enfermedades graves y no tan graves?, ¿de como evitar embarazos no deseados?, ¿de hábitos sexuales sanos?,...

Hay que tener una vida sexual activa y sana.
Si se está preparado para una cosa hay que estarlo para la otra, visitar al médico, informarse sobre el método anticonceptivo más apropiado, saber como evitar enfermedades de transmisión sexual, etc...
Y la culpa esta vez no la tienen los jóvenes, la culpa es de los padres; sí, de nosotros.... tan modernos y liberales como somos, y sin embargo, no somos capaces de transmitir todas estas necesidades.

Así que, si queremos hacer algo positivo, afrontemos el problema y hablemos con ellos, de forma sencilla y clara, de igual a igual, sin olvidarnos que un día fuimos como ellos y de lo que hubiéramos agradecido toda esta información. El sexo hoy, está al alcance de todos, y por ese motivo, ¿por qué no hacerlo de forma más saludable?

20 x 1000

Hoy voy a hablar de una de las cualidades del lenguaje de la tierra donde vivo, un lenguaje con duende y con mucho... mucho arte.

En mi tierra, 20 x 1000 no es una operación matemática, significa otra cosa, y no es un jeroglífico encriptado. Quiere decir "sácame de aquí, que no aguanto más", es implorarte que me vengas a buscar.
Y si en una mirada tuya detecto ese 20 x 1000... lo dejo todo... y voy a buscarte donde haga falta.

Porque aquí, 20 x 1000 no son 20 000, significa quiero estar contigo, quiero que vengas por mí.

Crisálidas rotas

"Eres grande pequeña",
"eres grande pequeña".
Me repito sin cesar,
una y otra vez.

Pero hoy no cuela,
hoy no funciona, y...
cuanto más me lo digo,
más insignificante me siento...

Me identifico con la mariposa,
que rompe su crisálida,
para fortalecer sus alas.
Y sin embargo,

no se que tengo que romper,
para fortalecer las mías.

Me siento, precisamente hoy,
tan triste y sola en mi mundo que...
aún siendo grande,
quizás sea demasiado pequeña.

Sobre el existencialismo

Me hace gracia, que un post que escribí tras asistir a una entrega de premios, sacara a la luz la idea del existencialismo. Y todo, gracias a un amigo que anónimamente intentó echarme un cable cuando le dije que tenía un blog en el que no me contestaba nadie.
Mi respuesta fue tan... tan "existencialista" que a mi amigo no le quedaron ganas de volver a escribir más nada en mi blog, y eso era justamente lo contrario de lo que yo pretendía.
Sin embargo, desde entonces, cuando nos reunimos en grupo, todos sacais el tema y yo me pregunto: ¿Por qué no escribís algo aquí? Me consta que me estais leyendo, así que ...

Seguramente estableceríamos un buen debate... Quizás sea esta la esencia para manifestar la existencia de este post ¿no?
La casualidad ha hecho que a alguien a quien no conozco, le haya gustado el tema y me haya escrito lo siguiente: "existen tres formas de SER: Lo que quieren que se sea, lo que se es y lo que se quiere ser". En explicación a los tres tipos de YO que daba en mi respuesta (http://borboreta.blogspot.com/2006/10/y-tu-nombre-es.html)

Así que a ver si empezamos a hablar de la existencia con predominio sobre la esencia.
Declaro abierto el debate (ojalá no me defraudeis)

El dolor de la ingenuidad

La ingenuidad duele, lo digo a "boca-jarro", duele con un dolor injusto.

¿Cómo es posible que alguien pueda hacer tanto daño a sabiendas? ¿Cómo se puede estar perseguido por un loco? ¿Cómo defenderse de un loco sin hacerle más daño del que ya sufre?

No me quiero rendir, ni quiero que se rindan los que siempre han sido justos; pero no quiero ni pensar que tengamos que volver a empezar, y todo ¿por qué?, porque un loco ha convertido su fracaso en una cruzada personal contra alguien... alguien... que lo que ha hecho es ayudar al prójimo, ser un idealista y defender la justicia.

Lamento ser una ingenua y pensar que tanta trama es imposible que sea cierta, prefiero seguir siendo de otro planeta, del planeta en el que a las grandes obras realizadas se premian con otras mayores. Del planeta donde el egoismo no existe, donde todos se alegran de los triunfos de los demás, donde no hay envidias ni malos rollos. Del planeta inexistente, porque no existe y es una lástima...
Lamento seguir pensando que al final, en el interior de cada uno, siempre existe una bella persona.

Sueños de la niñez

Recuerdo los sueños de mi niñez, el príncipe, el palacio, los viajes,...
Recuerdo a mi padre haciendo un gesto de vaivén con la cabeza y diciéndole a mi madre... "esta niña..., esta niña..."
Porque yo... jugaba a soñar, a hacer realidad mis sueños, diseñando palacios de tiza donde jugaban mis hermanas con sus muñecas, y a los que acudía de visita cuando volvía de mis viajes, cargada de regalos y maletas y enamorada de un príncipe de un lejano reino...
Yo siempre era la que mandaba, la que ideaba, la que enseñaba, la que... quizás por ser la mayor, quizás por ser como soy...
Son tantos los recuerdos, y todos tan felices, que ahora a medio camino en el gran viaje de la vida, cuando me detengo y me pongo a pensar, descubro que todos mis sueños se han hecho realidad.
Una realidad cumplida, con sus momentos difíciles (algunos duros, muy duros), pero al final cumplida.
Cumplida y feliz, tras comprobar que todos mis sueños se han podido compartir, y que un día aquel príncipe, me convirtió en princesa...

Quizás debiera ahora soñar... que la princesa, a reina del reino, habrá de llegar.

Gracias, por dejar que mis sueños se hayan hecho realidad.

Y tu nombre es...

Antes de anoche tuve que asistir a uno de esos actos, en los que por suerte o por desgracia no conocía a ninguno de los participantes.

Iba como la señora de..., orgullosa (como voy siempre) de estar a su lado en sus momentos de triunfo.

Pues bien, antes del comienzo del acto, estaban las presentaciones, y, claro...: mira fulano estos son ... y señora, oye ¿conoces a la señora de...?, ¿qué tal estás? tu eras la señora de...

Me estaban poniendo entre todos de los nervios, con lo acentuada que tenía en esos momentos la crisis de mi propio "yo"...

En una de las presentaciones, el presentado se volvió sonriendo hacia mí y dijo "perfecto, y tu nombre es..."

Me hizo gracia la osadía, parecía que me hubiera leído el pensamiento, me llevó hacia el grupo en el que se encontraba él y añadió "os presento a Ascen y su marido es ese señor".

Lo que quiero explicar con esta historia es que todos tenemos un "yo" que se viste de una u otra forma, un "yo" inherente a quienes somos y no a como se denomine, un "yo" fácilmente percibible por los demás, un "yo" que no hace falta demostrar, que está ahí y que llega a todos.

Es por eso que rectifico lo que decía el otro día, no puedo estar harta de ser la madre de..., la esposa de... o la amiga de... Porque precisamente ellos son los hijos de..., el esposo de... o los amigos de...

Así, que se trata, de seguir siendo simplemente "YO", y todo aquel que quiera verlo, sin duda sabrá hacerlo, independientemente de como me presente o presenten en ese momento.