lunes, abril 30, 2007

Alzando el vuelo...


Me siento bien. No fue un adiós drástico, fue distendido y ameno, acompañada de los más cercanos y apreciados, notando cierto aire nostálgico (en algunos) y mucho, mucho apoyo de todos, con la decisión tomada.
Saben que los adoro, y en cierto modo estos días me he sentido adorada…

Ha sido una despedida escalonada. El miércoles, mi último día de trabajo en común, concluyó con almuerzo en la Feria, y entre manzanilla, friturillas y demás, hubo tiempo para cante y baile; me sorprendieron con “las sevillanas del adiós”, un momento divertido y emotivo. No hubo lágrimas todos teníamos las ideas claras…
Sábado y domingo ha sido mi penúltima guardia, en compañía del que me enseñó casi todo lo que sé. Y me queda la última, el próximo fin de semana, con el responsable de mi actual sección. El primero y el último… ¿quien se puede despedir mejor?

Hoy he empezado a trabajar en mi nuevo puesto, ilusionada y encantada con el nuevo equipo. He descubierto un buen docente y ojalá que él haya descubierto una buena alumna.

Espero y deseo que esta decisión haya sido acertada. Es muy pronto para hacer conjeturas, lo sé… tiempo al tiempo…

Seguiré contando…

domingo, abril 22, 2007

Últimos preparativos

Y volvió a ocurrir, cuando todos los farolillos ya estaban colocados… Este año verdes y blancos por el centenario del Betis, hace dos años blancos y rojos por el del Sevilla.
Lo cierto es que ha vuelto a llover y han terminado todos en el suelo, entre hoy y mañana deben volver a colocarlos, para que a media noche comience nuestra fiesta mayor, la FERIA.

Este año la portada no es alusiva al equipo centenario, como ocurrió con el centenario del Sevilla, evitando quizás la venganza de los sevillistas, por aquel escudo del Betis que se lució en la portada de su año. Si es que… hay que tener arte hasta para gastar bromas; aunque ésta le costara un disgusto a más de un responsable.

Este año, nuestra portada, es un homenaje a la Giralda; con sus 44 metros de altura, sus 52 metros de largo y sus 20.000 bombillas, y con un presupuesto de más de 470.000 euros, se encenderá como manda la tradición el lunes del "pescaíto" a las 00.00 horas.
Dando paso a la semana más agotadora del año, porque aunque sea nuestra fiesta mayor (seis días), los sevillanos trabajamos, y al término de nuestra jornada, nos mudamos al recinto de lona (el Real), donde instalamos nuestra segunda vivienda.

Trajes y mantones "preparaos" para lucirlos por los cuatro "costaos"….

jueves, abril 19, 2007

Mi feria y mi gente


Así es, la Feria es para compartirla con mi gente, a ella invito a compartir un espacio “apretao” a la familia y amigos, aunque últimamente también se hacen partícipes los compromisos laborales, aunque éstos aparezcan un solo día.
En ella no hay tiempo, lo mismo almuerzas a las seis de la tarde que a las doce del medio día. Todo depende de cómo surja el día…
No valen planes, no vale enfadarse si quedas en pasarte por una caseta y al final te han “enredao” y no lo haces.
La Feria es así, sabes a qué hora llegas, pero nunca sabes a que hora sales. No todos los días se pasan en grande. El día que menos lo esperas y con las personas más insospechadas, sale el cante, sale el baile, sale la mejor degustación o la mejor sobremesa…, en ella se da todo, menos la siesta.
De día los caballos, los coches y los toros; de noche la movida y las orquestas. Cambia el tipo de vestimenta, aunque en las mujeres siempre se ve perfecto el traje de flamenca, los tacones y los otros complementos. Los hombres sólo van de corto, si montan, y son muy pocos los que usan sombrero ya durante el día…
Sevilla es así, clasista y costumbrista. Pero cuando un sevillano te invita a su feria te invita a su casa y no aceptar su cortesía puede llegar a ser una auténtica ofensa.

Ya huele a farolillos “mojaos”, a albero, a caballos y manzanilla…
“Y es que Sevilla es así, ole la Feria de Abril”…

lunes, abril 02, 2007

Un nuevo proyecto


En este preciso momento, en el que parece que todo vuelve a la normalidad, tengo que tomar una decisión importante y eso hace que me encuentre frente a otro giro radical en mi vida.
Yo he elegido ya un nuevo camino, pero como suele ocurrirme habitualmente, la última decisión no es mía, es del destino, ese que siempre ha decidido por mí en los momentos cruciales y que hasta ahora no me ha fallado…
He amarrado todos los cabos sueltos que quedaban pendientes y ahora dependo de personas que no me conocen, para que hagan su balance y me concedan lo que solicito. Los de Servicios Centrales, deberán encargarse de dar el visto bueno a mi solicitud de excedencia voluntaria…
Últimos cinco años sin interrupción, es la única condición que no cumplo. Breves interrupciones muy justificadas que tuve que hacer en su día, por motivos muy concretos, pueden hacer fallar la decisión tomada...
Sin embargo me avalan 18 años de fidelidad y entrega absoluta con dedicación plena a una labor que hasta ahora me apasionaba, y que seguramente me continuará apasionando, aunque esté pensando en empezar otro tipo de actividad muy distinta.

He tomado mi decisión, y creo que no me arrepentiré de haberlo hecho.
Hay momentos en la vida, en los que por un motivo u otro debemos de dar ese giro radical, y a mis casi 43 años, con las ideas muy claras y el futuro prácticamente resuelto, ha llegado el momento de hacerlo.
No me puedo equivocar, lo peor que puede pasar es que en dos años decida volver a lo que tengo, solución que tampoco es mala.
He valorado todos los aspectos, y el que más me ha convencido es que me apetece hacerlo a mí, aunque la confianza depositada y los objetivos comunes hayan sido argumentos de mucho peso.

No puede ser un error hacer algo en lo que no se corren riesgos. Sólo cambios, aunque sean radicales… Pero la decisión última la tienen ellos.

Deseadme suerte.