lunes, marzo 26, 2007

Gran Premio de España de Motociclismo


Leyendo los titulares de la prensa de hoy, me llama la atención que en un acontecimiento, como es el “Gran Premio de España de Motociclismo”, celebrado este fin de semana en Jerez de la Frontera, se hayan dejado la vida tres motoristas y hayan resultado heridas más de cien personas. Si tenemos en cuenta que se han albergado más de 168.000 personas, lo que a su vez implica la presencia de 40.000 vehículos y unas 47.000 motocicletas, que han estado circulando por Jerez y sus alrededores, es de valorar la movida que se ha generado estos días.
Las estadísticas dicen que han descendido las cifras de accidentados con relación al año pasado. Pero aún así, es una barbaridad…
Cerraron las calles del centro de Jerez al tráfico, para evitar la avalancha de exhibicionistas, pero ello no impidió que se llevaran las exhibiciones a otros lugares. Yo he disfrutado otros años, viendo el despliegue de motos engalanadas para la ocasión con el consiguiente deleite de los que nos dedicamos a observarlas.
Demasiado alcohol, demasiada ausencia de casco, demasiado insensato junto…
Menos mal que Jorge Lorenzo consiguió poner en pie a Jerez con la mejor carrera de la historia, con una "pelea" de las más bonitas que jamás se haya visto entre cuatro pilotos, tres españoles y un italiano (Lorenzo, Bautista, Barberá y Dovizioso).
Mi mejor aplauso para ellos.

jueves, marzo 22, 2007

Ellos por mí y yo por ellos


Paseando esta tarde, he descubierto que en el fondo hay gente que me quiere y admira, lástima que sólo lo demuestren los que menos me importan, precisamente son ellos los que han conseguido que me sienta grande de espíritu. Ellos han sabido ver lo que ni si quiera me preocupé de enseñarles…

Es triste descubrir así, que entregándome en cuerpo y alma a todos aquellos a los que tanto quiero, ninguno de ellos ha sabido hacerme sentir grande (en este instante). Quizás porque no haga falta, quizás porque espero demasiado, o quizás, porque en el fondo sólo sea una pesada, que da lo que quiere que le den, y que responde como quiere que le respondan.

Sin embargo, lo único que he conseguido es que todos opinen por mí, que me juzguen, que elijan por mí, que no se den cuenta de mis cambios. Porque yo también sufro metamorfosis, al igual que mis necesidades.

Siempre me he sentido orgullosa de mí misma. Pero en estos momentos y no se por qué, necesito sentir, que los que están orgullosos de mí son ellos, por tenerme como esposa, por tenerme como madre, por ser simplemente su amiga, o tal vez, por ser su compañera...
Que respeten mis bajones de moral, pero sin dejar que me hunda, no me vale la rudeza de una riña, ni que le resten importancia al momento, para mí es muy importante como yo me siento.
No me vale que digan que deba tener paciencia, quiero algo más, quiero una palmada en la espalda y que me recuerden si alguna vez les hice sentir algo bueno, porque lo que más me preocupa en este instante, es que no recuerdo si existió tal momento.
Quiero un abrazo fuerte y reconfortante, que me llene de energía, de esos que no se dan, para no incordiar… lo único que quiero es, sentirme querida…

Por ese motivo, es a ellos a quienes les pido ayuda, quiero salir del hoyo en el que me estoy hundiendo, que no me ignoren, que participen conmigo en mis penas y alegrías, tal como yo suelo hacer con ellos.

Porque ellos son, esos a los que tanto quiero.

lunes, marzo 12, 2007

Fuerza


Languidece mi alma,
tan pronto aparece,
ascendiendo mi espalda
hasta invadir mi mente.

No lo soporto,
me crispa los nervios,
me puede, me tumba,
me roba las fuerzas…

Me nubla la vista,
me cambia la expresión,
y entonces…,
aparece el mal humor.

De repente se va,
y me extraño,
dejando paso
a la dulce ilusión.

Es tan breve ese instante,
y a la vez tan grande que…
me anima y da fuerzas,
para sentirme mejor.

¡Te voy a ganar…
dolor!

martes, marzo 06, 2007

El eclipse de luna desde mi terraza





No son unas imágenes geniales, pero sí que plasman bien como fue el eclipse del pasado día 3.
Lo ví desde la terraza con mi hija de 8 años. Ella se encargó de todos los preparativos, orientando los sillones hacia donde se encontraba la luna, colocando un aporte extra de cojines para que descansara mi cuello, que lo tengo pachucho estos días, también subió unos refrescos y unas patatas fritas, pensando que aquello duraría menos tiempo... y al final terminamos llamando al "Telepizza".
No se le olvidó ni un detalle, el telescopio, los prismáticos y las cámaras de fotos y dos mantas por si pasábamos frío. Era un puro nervio, su primera vez (jeje), cuando le confesé que también era la primera vez que yo veía un eclipse total, sus ojos se abrieron tanto que pensé que se le iban a desorbitar. Quería llamar a todo el mundo para que nadie se lo perdiera. Preguntaba todo cuanto se le ocurría y yo intentaba salir lo más airosa ante semejante cruzada, entendió perfectamente por qué ocurría el eclipse y entonces me contó su versión del por qué ocurren las mareas... Disfruté mucho de su compañía e incluso llegué a sentirme un poco mejor.
Esa noche hicimos dos bandos, padre e hijo viendo el Sevilla-Barça y madre e hija con la aventura del eclipse, la casualidad hizo que coincidieran las horas, ellos venían a mirar de vez en cuando, pero definitivamente se perdieron lo mejor.... y encima ganó el Sevilla, una noche redonda, ya lo creo...

viernes, marzo 02, 2007

Otras espinas que traen las rosas

Y queriendo demostrar,
de una forma radical
que hay dos docenas de ratos,
que piensas en mi compañía.

Me has venido a regalar
rosas rojas, una vez más,
han sido esta vez venticuatro,
como las horas de un día.

Y me pregunto ¿para qué?
Si haces cosas que no quieres,
Y sigo sin entender ¿por qué?

Miro las rosas y lloro.
Se marchitan, ya ves…
Dejando caer sus hojas,
que yo intento volver a poner.

Y sin retrasar su agonía,
curvándose cada vez más,
veo morir ese ramo,
un poco más cada día.

Jamás tanta pena me dio,
ver como mis flores morían…

jueves, marzo 01, 2007

La belleza del corazón


"Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el corazón más hermoso de toda la comarca. Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en él ni
máculas ni rasguños.
Coincidieron todos en que era el corazón más hermoso que hubieran visto.
Al verse admirado el joven se sintió más orgulloso aún, y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto lugar.
Un anciano se acercó y dijo: ¿Porqué dices eso, si tu corazón no es ni tan, aproximadamente, tan hermoso como el mío?
Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y éstos habían sido reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares en su derredor. Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos.
¿Cómo puede él decir que su corazón es más hermoso?, pensaron.

El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echó a reír:
- Debes estar bromeando, dijo. Compara tu corazón con el mío… El mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor.

- Es cierto, dijo el anciano, tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo… Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor. Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado.Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido. Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio. De ahí quedaron los huecos. Dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algún día, quizás, regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón.
¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?.

El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció. El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven.
La pieza se amoldó, pero no a la perfección. Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes. El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior".

(Autor desconocido)