“Córdoba, ciudad de azahar y ojos negros, silueta que abraza el Guadalquivir,…”
Ahora que voy a esta ciudad casi todas las semanas, he descubierto una ciudad con solera, mucho arte y tranquilidad en su forma de vivir. Donde nombres como Séneca, Lucano, Averroes o Maimónides, están presentes en mi mente al pasear por sus calles.
Su Mezquita, su Alcázar, su Sinagoga, su… me envuelven contínuamente y me trasladan a otros tiempos.
Córdoba recibe encantada a todo aquel que se proponga conocerla y es un placer descubrir como me ha aceptado su gente .
Mayo, es su mejor mes, tres grandes fiestas, “Las Cruces de Mayo”, “La Feria” y “Los Patios”, cada una de ellas con un estilo y un ambiente diferente.
Este año, he visitado su Feria, precisamente el día que se reunen los estudiantes, y las empresas, y me ha sorprendido que en vez de flamencas, caballos y coches, he visto muchos grupos identificados con una camiseta de color chillón, portando una frase más o menos ingeniosa junto al nombre de cada miembro.
Una Feria muy distinta a la que estoy acostumbrada, no entiendo por qué no se lucen sus hermosos caballos en el paseo del recinto ferial, y tampoco entiendo por qué son tan pocas las cordobesas que se visten de flamenca. Había hombres y mujeres vestidos con el traje corto y el sombrero cordobés, un traje muy vistoso también en la mujer, pero aún así, eran muy pocos. Muchos vaqueros y botos camperos, y pocas galas en general, es la impresión que tengo de la indumentaria ese día.
Las casetas excesivamente grandes, lo que les da cierto aire impersonal, demasiada gente y demasiada música moderna tremendamente alta.
Los cordobeses, no trasladan su casa al recinto ferial, como hacemos los sevillanos, ellos trasladan sus discotecas, quizás porque la juventud es la dueña de la fiesta, quizás porque no quieren darle un aire típicamente andaluz, o quizás por otros motivos que en estos momentos a mí se me escapan.
La mayoría de las casetas son públicas y en casi todas ellas lo que más se baila es bacalao, reguetón, salsa o similar. ¡Con lo bonito que es un buen baile por sevillanas y la alegría que puede generar una rumba!…
Como me estoy convirtiendo en una asidua de la ciudad, para el año que viene, cambiaré esta visita por la de “Las Cruces de Mayo” o la de “Los Patios”, y a lo mejor, al no tener ideas previas, estos festejos los entienda un poco mejor…
Una cosa sí que es cierta, y es que esta ciudad me encanta.
Ahora que voy a esta ciudad casi todas las semanas, he descubierto una ciudad con solera, mucho arte y tranquilidad en su forma de vivir. Donde nombres como Séneca, Lucano, Averroes o Maimónides, están presentes en mi mente al pasear por sus calles.
Su Mezquita, su Alcázar, su Sinagoga, su… me envuelven contínuamente y me trasladan a otros tiempos.
Córdoba recibe encantada a todo aquel que se proponga conocerla y es un placer descubrir como me ha aceptado su gente .
Mayo, es su mejor mes, tres grandes fiestas, “Las Cruces de Mayo”, “La Feria” y “Los Patios”, cada una de ellas con un estilo y un ambiente diferente.
Este año, he visitado su Feria, precisamente el día que se reunen los estudiantes, y las empresas, y me ha sorprendido que en vez de flamencas, caballos y coches, he visto muchos grupos identificados con una camiseta de color chillón, portando una frase más o menos ingeniosa junto al nombre de cada miembro.
Una Feria muy distinta a la que estoy acostumbrada, no entiendo por qué no se lucen sus hermosos caballos en el paseo del recinto ferial, y tampoco entiendo por qué son tan pocas las cordobesas que se visten de flamenca. Había hombres y mujeres vestidos con el traje corto y el sombrero cordobés, un traje muy vistoso también en la mujer, pero aún así, eran muy pocos. Muchos vaqueros y botos camperos, y pocas galas en general, es la impresión que tengo de la indumentaria ese día.
Las casetas excesivamente grandes, lo que les da cierto aire impersonal, demasiada gente y demasiada música moderna tremendamente alta.
Los cordobeses, no trasladan su casa al recinto ferial, como hacemos los sevillanos, ellos trasladan sus discotecas, quizás porque la juventud es la dueña de la fiesta, quizás porque no quieren darle un aire típicamente andaluz, o quizás por otros motivos que en estos momentos a mí se me escapan.
La mayoría de las casetas son públicas y en casi todas ellas lo que más se baila es bacalao, reguetón, salsa o similar. ¡Con lo bonito que es un buen baile por sevillanas y la alegría que puede generar una rumba!…
Como me estoy convirtiendo en una asidua de la ciudad, para el año que viene, cambiaré esta visita por la de “Las Cruces de Mayo” o la de “Los Patios”, y a lo mejor, al no tener ideas previas, estos festejos los entienda un poco mejor…
Una cosa sí que es cierta, y es que esta ciudad me encanta.
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