Y mirando sin ver,
por mirar sin querer,
descubrí frente a mí,
una luz familiar,
blanca, intensa, majestuosa, ...
era ella, la misma,
igual de bella,
igual de grande,
y justo delante de mi balcón.
Bonitos recuerdos
pasearon mi mente.
Y retrocedí en el tiempo,
y viví de nuevo la sensación
de estar mirando
esa misma luna
tu y yo.
2 comentarios:
Cada dia mejor, animo. Un beso.
Gracias. Tenías razón, sólo es cuestión de empezar a escribir. Y si estás inspirado sale solo. Pero sigo pensando que les falta algo.
Dos besos.
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