A esta altura de mi existencia
¿qué me puede sorprender ya?
si cada día el destino
me enseña una cosa más.
Cuantas veces en mis sueños,
observé tantas cosas
que en estos momentos son realidad...
Cuantas lágrimas sin motivo
que ahora encuentran razón.
Qué cierto que la realidad
siempre supera a la ficción.
Si pudieras despertar
de este repugnante sueño...
Más no es un sueño,
es real,
y lo vas a superar.
Dos armas a tu favor:
inteligencia y fuerza desmedida;
y a tus espaldas se clava,
la grandeza de mi amor.
Que no te duela el pasado,
lo tienes que superar.
Debes mirar el presente.
Que el futuro es mañana
y...
aún está por llegar.
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