jueves, julio 12, 2007
Balance
Dos meses y medio han pasado, desde que comencé la nueva andadura… ratos muy buenos y ratos menos buenos, paciencia, comprensión y… mucho cariño, han sido los acompañantes de estos días.
Ahora estoy en la etapa de si he hecho lo correcto o no, creo que sí y que a la larga estaré contenta… pero en estos momentos echo tanto de menos la confianza en mí misma, el sentirme imprescindible, el tener controlada la situación… que hay días que me pondría de nuevo la bata blanca y volvería con los ojos cerrados al hospital, días en los que estoy convencida de que todo ha sido un error; sin embargo, me consuela ver como esos días se van distanciando cada vez más, y espero sinceramente, que un día ni si quiera recuerde que existieron…
He recuperado algo que no había echado en falta, algo que se había quedado anclado en el baúl de la nostalgia, en ese baúl donde se esconde todo aquello que por timidez quiere pasar desapercibido; es cierto, y por increíble que parezca, me he recuperado a mí misma, con mis defectos y mis virtudes, estableciendo mi “yo”, mi espacio, mis sensaciones… independientemente de lo que los demás quieran opinar sobre mí; allá ellos, soy como soy, y es imposible agradar a todos.
Todo ocurre por un motivo, y lo que es… definitivamente es, aunque a veces nos neguemos a reconocerlo.
Lo verdaderamente importante es lo que somos o tenemos y no lo que pudimos ser o tener…
En este momento, me siento feliz, aunque aún no me atreva a decirlo en voz alta.
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